Evaluación del cine dominicano 2018 según José Rafael Sosa

A razón de dos por mes, en 12 meses, 22 películas dominicanas fueron el producto directo de la Ley Nacional de Cine (108-10).

El año fílmico del cine dominicano reafirmó:
-Ser una industria pujante
-Dejó sentir que tiene potencial
-Que repite ciclos de calidad
-Que pudo ser mejor
-Que se arriesgó a propuestas de autor
-Que mejoró la consistencia de sus géneros

Fue un año en que hubo expresiones variadas, necesarias, deficientes y excelentes de nuestro cine, con películas en todos los géneros (comedia, drama, acción, romance) que impiden ya poner una etiqueta de “cine dominicano” a todo lo que se hace acá, tildándole de deficiente por el lugar en que se ha producido.

Algunas cintas fueron coproducciones con otros países (Cocote, Rubirosa, Cómplices), pero que se pueden registrar como producciones dominicanas por la participación de talentos, técnicos y capital locales.

El filme Rubirosa decepcionó por notables desviaciones históricas y el morbo irresponsable al manejar la imagen de sus genitales. Hay que repensar proyectos como ese.

Lo mejor
Si el 2017 fue el año de Carpinteros (José María Cabral), el 2018 pinta que fue el de Cocote (Nelson Carlo de los Santos, la más premiada internacionalmente), Veneno (Tabaré Blanchard) y Qué León (Frank Perozo), como comedia, sin restar méritos a Juanita, el drama amoroso que vuelve a resituar a Cheddy García como toda una señora actriz capaz de lograr mucho más la risa fácil.

Leticia Tonos, quien decidió, junto a Koldo (Juan Carlos Campos Sagaseta) variar la historia del popular merengue y cambiar los lugares de origen y el conflicto de soledad y desarraigo.

Tambien estuvieron entre lo mejor: Lo que siento por ti, Amigo D y Un cuarto para Josué.

Lo que siento por ti (Raúl Camilo), fue una tremenda sorpresa por el valor de la emotiva historia de inclusión que imprimió aliento fresco a la cinematografía.

Siguen en nuestras preferencias la singularísima El Closet (Miguel Vásquez, director que además abrió el 2018 con La tragedia de Rio Verde, valiosa pero subestimada.

Noelí en los países, (Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas) ratificó la calidad creativa de esta pareja, mientras que Archie López con Hermanos, entrega una comedia de trasfondo cristiano con talentos probados en la taquilla y la actuación debut de Lilly Goddman.

Francisco Valdez, cultor del cine autoral, que ya nos había impactado con la también De Pez en Cuando (2015), (lo mejor de ese año), puso en pantallas Amigo D, con resaltantes las actuaciones de Honny Estrella y Luis José Germán. Todavía está en pantallas en espera de gente que gusta del cine de calidad autoral.

En comedia, Que León, (Frank Perozo), fue el proyecto más cuidado en lo artístico y su estrategia de mercadeo, para transformarlo en el mayor producto del 2018. Ha vendido cerca de 300 mil boletas en sus cuatro primeras semanas, record para el cine local desde 2009.

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