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Los aportes del guaraguao al ecosistema nacional

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Los aportes del guaraguao al ecosistema nacional

“Cómete la comida, si no te llamo el guaraguao o el cuco”. Esa invocación o advertencia por parte de la gente en los campos estuvo presente entre las costumbres ancestrales caseras de las familias dominicanas y se trató quizás de pura falacia.
Dicha tradición pudo estar asociada a los hábitos de esta ave, de alimentarse especialmente de ratas y ratones, así como lagartos, culebras y anfibios, también captura pequeñas aves.

Es conocida científicamente como “Buteo jamaicensis”, que es nativa o residente del país y otros territorios del planeta.

“El guaraguao está distribuido en el centro de Alaska y la Florida, se ha reportado en Panamá y las islas occidentales, como son las Antillas Menores y Mayores, entre las que se encuentra República Dominicana”, dijo a El Día Domingo Sirí Núñez, ornitólogo de la Dirección de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Sus características

Según el profesional, se trata de una ave grande que puede medir entre 45-65 centímetros de longitud, pero su característica distintiva es que cuando vuela su cola de color ladrillo permite que se visualice a lo lejos”, comentó Sirí, tras especificar que aunque la especie está en todo el territorio, tiene mayor presencia en zonas montañosas como la sierra de Bahoruco.

Por ser de la familia “Accipitridae”, tiene pico fuerte y curvo, además las patas o tarsos con uñas fuertes adaptadas para atrapar sus presas.

“Por alimentarse básicamente de roedores, esa ave es de gran beneficio para el país en términos ecológicos, por controlar los ratones, los cuales a través de sus orina, saliva y en los excrementos causan enfermedades a los humanos”, detalló Domingo Sirí.

De ahí su gran aporte a los ecosistemas, ya que los roedores compiten con los alimentos que consumen los humanos y transmiten enfermedades, como es la leptospirosis.

Hábitat

El guaraguao construye nidos de palitos bastantes grandes en árboles altos y algunas veces en postes de luz. La hembra pone de dos a tres huevos de color blanco, y se reproduce desde enero a junio.

Domingo Sirí recomienda no consumir su carne, ya que al alimentarse de roedores no deja de correr algún riesgo. No obstante, reconoce que la gente no tiene miramientos y se la come.

La ley que protege su cacería y colección

Veda. El guaraguao figura dentro de la Resolución n.º 0019-17, emitida por el Ministerio de Medio Ambiente que prohíbe la cacería de aves en todo el territorio nacional; mientras que la Ley Marco 64-00 prohíbe, además, la recolección, destrucción de nidos y huevos, entre otros, en aras de conservar las poblaciones de esta y otras especies de la fauna.

Sirí concluyó diciendo: “El ‘mito’ de tomarlo para meter miedo o asustar al parecer es porque es una ave de rapiña”.

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